Su alto contenido en fibra fortalece el sistema digestivo. El consumo de esta bebida ayuda a disminuir el riesgo de diabetes, colesterol y grasa corporal (ya que la avena se infla en el intestino causando sensación de saciedad ayudando a controlar el peso). Está comprobado que, además de no engordar, la avena es uno de los cereales cuya distribución en macronutrientes es óptima, por ser excelente fuente de carbohidratos capaz de suministrar energía al cuerpo, al igual que otros cereales, aunque es más rica en proteínas que el arroz, el trigo, el maíz o la cebada.